Tres maneras de entender y atender la disposición de la ciudadanía en los servicios sociales de atención primaria

Estimada lectora, simplemente trato de presentar tres  marcos teóricos para comprender cómo acude la ciudadanía a los servicios sociales de atención primaria: "me tienen que dar y me tienen que hacer; qué me pueden ofrecer; cómo puedo responder/solucionar mi problema". A partir de ahí, en atención a la persona y a la situación que tengas delante, toma o acuerda las decisiones posibles más convenientes. Simplemente pretendo introducir una brevísima reflexión sobre los principales paradigmas que aprecio en la intervención social.

Vayamos con la primera manera de entender como acuden las personas a nuestros servicios: la subjtividad. Estamos en el paradigma fenomenológico. Es importante destacar dos distinciones: construccionista y constructivista. El maravilloso y complejo mundo del estructuralismo. Son aquellas elucubraciones que nos hacemos sobre la realidad, nuestra interpretación. Se caracteriza por hacer referencia al mundo y funcionar en él a partir de interpretaciones subjetivas habitualmente conectadas con intereses propios y obviando otras cuestiones. Digamos que vamos a "nuestra bola", según nos conviene o, mejor, desde nuestra realidad. Los construccionistas vienen a decir que la comunidad determina al individuo, lo social marca lo individual. Lo macro, exo y mesosistema nos hace ser lo que somos. Los constructivistas nos convierten en protagonistas de nuestro desarrollo, las personas construimos lo social desde las interacciones. Surge en este último un concepto interesante para la intervención social: la autorregulación, ¿cómo me sitúo ante la realidad? Destacar la idea: somos seres sociales, personas en interacción que crecemos en la relación con las otras. Para proponer planes de casos este paradigma es importante y podemos ligarlo a las demandas de la persona. A sus expectativas.

La segunda, parte de la idea "esto es lo que hay". Estamos en el positivismo, pero vamos a darle un punto de vista más social que científico. Prefiero el término realismo, referido a cuestiones


objetivas, aunque estaremos de acuerdo en que todo admite diferentes puntos de vista, pero dejemos por un momento las "pajas mentales". "Podemos discutir lo que queráis, pero la descripción de la realidad es está". Por ejemplo, las exigencias de una norma, o se cumplen o "no hay tu tía". Esto da pie a una cuestión controvertida: la condicionalidad, la palabra maldita, denostada y cuestionada, yo mismo tengo mis dudas. Ahora bien, la vida es condicional. Cuando dejo de hacer determinadas cosas me muero, salvo que alguien las haga por mí: respirar, beber, comer, etc. Os pongo en la imagen la explicación de que la vaca no da leche, si alguien no la cuida y la ordeña y demás, como decía mi padre, "vais a beber host...". La vaca no da nada, hay que cuidarla y dedicar un tiempo para aprovechar lo que nos puede ofrecer. Siendo realistas, para seguir el ciclo vital se requieren una serie de acciones que van a condicionar nuestra vida.

Por último, tenemos a las personas enfocadas a la utilidad. A partir de los planteamientos subjetivos y atendiendo a la realidad, ¿qué opciones tengo/tienen/tenemos? Estamos en el mundo de los funcionalistas, del pragmatismo. Te propongo apreciar este paradigma desde las demandas de las personas que atendemos. A partir de mi situación, de su comprensión del mundo real en contraste o diálogo con la nuestra, situándome ante una realidad determinada plantear ¿qué podemos hacer para conseguir cubrir las necesidades sentidas? Estamos en el mundo del conseguir un efecto. Esto implica un esfuerzo y nos lleva a la gestión, al proceso, a cómo hacer. Estamos en el plan de caso: objetivo, tareas calendarizadas y compromiso, contrato o acuerdo. Aquí también es útil el lenguaje descriptivo, sin ambages, sin fisuras. Estamos hablando de algo concreto, específico, detallado y sobre ello tenemos un acuerdo.

A modo de conclusión, la intervención social emerge en el espacio donde la interpretación subjetiva se encuentra con una realidad en la que es necesario pensar en procesos para cubrir necesidades "basyales", leáse básicas y sociales. Y fijaté: b a s Y a l e s. En mi opinión realismo y el subjetivismo se encuentran en el funcionalismo: en cómo hacer que las cosas funcionen representado en la palabra con esa "Y" central que las une también sirve para básicas y reales. Por resumir, apréciese que el subjetivismo es una visión parcial de la realidad, el yo. En el realismo entra él nosotros, lo colectivo donde estamos de acuerdo, o donde al menos tenemos que buscarlo para convivri. En el funcionalismo se ponen en marcha las capacidades para conseguir los objetivos de acuerdo a la realidad.

Esto da pie a un interesante análisis de los modelos de intervención para llegar a los métodos, técnicas y el arte de la intervención, según a quien tengamos delante y cómo esté, estemos, ese día y en ese momento la persona que solicita nuestro servicio. Tu tiempo es precioso, esto quizá para otros días.

Quería compartirlo y como todo es discutible. Gracias por dedicar un tiempo a la lectura, me encantaría leer tu opinión.

Salu2 estimada lectora o lector


 


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