¿Para qué sirve una escala?, el inicio de la intervención

Todo proceso de desarrollo exige una valoración previa. Una "fotografía" de la situación que permita conocer las fortalezas, los problemas, dificultades y limitaciones de la persona en los inicios de la intervención social. Descubrir qué es necesario cambiar y las potencialidades dónde podemos apoyarnos para ello.
Una buena manera de realizar la valoración social es utilizar un cuestionario. Éste, de manera ordenada, nos ayuda a recoger información a través de ítems.  Su puntuación determinada, acordada por expertas, alimenta una escala que sitúa a la persona valorada en un determinado rango u orden.
Una escala es una "serie graduada u ordenada de cosas según cierto criterio" . La Real Academia Española la define en sus acepciones 2 y 3 como una "sucesión ordenada de valores distintos de una misma cualidad" y como una "graduación empleada en diversos instrumentos para medir una magnitud".  En nuestro caso es la situación de fortaleza social en contraposición a la vulnerabilidad.
Sirve para conocer la situación de una persona en un entorno determinado, en este caso el domiciliario. 
La escala referida se denomina escala "Básika: instrumento de valoración social domiciliaria y comunitaria" (esperamos que esté disponible en junio de 2017). Es de aplicación en el ámbito domiciliario, el entorno más inmediato donde la persona desarrolla su vida cotidiana. En aquellos casos que sea previsible realizar una intervención en profundidad, a medio o largo plazo. 

1. Objetivo de la Básika: 
  • Analizar la situación social de la persona valorada respecto a nueve dimensiones: personal, salud, autonomía, familia y convivencia, relaciones sociales, vivienda y entorno, economía, provisión de cuidados y persona cuidadora.
  • Conocer su grado de afectación social, visión de conjunto para detectar la prioridad en la intervención.
  • Recoger y compartir información.
  • Estructurar informes y elaboración en detalle.
  • Aportar datos para la priorización de los casos.
  • Establecer plan de intervención según afectación.
  • Evaluación y seguimiento del impacto de la intervención.
2. Población diana: personas adultas en atención domiciliaria o incluidas en el espacio sociosanitario, en situación de incapacidad laboral (transitoria o permanente), jubiladas o pensionistas.
3. Instrucciones para realizar la Básika:
La estructura por dimensiones permite realizar valoraciones específicas en función de las necesidades detectadas por el o la profesional que la aplica o las posibilidades de intervención estimadas. Por lo tanto, el cuestionario puede rellenarse al completo o por dimensiones.
Se realiza en un contexto de entrevista en profundidad y observación directa, recogiendo la información. Si lo estimamos necesario podemos contrastarla con la persona valorada u otras de referencia que nos parezcan interesantes o necesarias (familiares, vecinos, otros profesionales, etc.). 
Siempre que sea posible deben recogerse datos objetivos o fiables. En caso de duda en la información sometida a contraste se prioriza la opinión profesional motivada. Otra opción sería preguntar las puntuaciones y sacar una media con el número entero que más se acerque al valor. Preferiblemente mediante triangulación o bien con tres personas de referencia diferentes o valorada por el mismo profesional en tres momentos temporales distintos. Este caso sería extremo.
Ficha: recoger datos personales demográficos y de identificación del sujeto valorado.
La escala se alimenta del cuestionario compuesto por 69 ítems, 65 de ellos no puntúan (26, 31, 48 y 62) y son informativos. El resto debe ser el o la profesional que valora quien según la observación directa realizada y la entrevista domiciliaria puntúe cada uno de los ítems entre 0 puntos para las situaciones adecuadas, 1 para las que presentan alguna dificultad y 2 para las que suponen una grave dificultad o carencia.


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