Por aquello de dar peces o enseñar a pescar

 

Editorial J. Gente Fina - Banco de Alimentos Banco de Alimentos da FIERGS (Foto: Dialla Dorneles)

La presente reflexión surge para presentar el proyecto de creación de una asociación de beneficiarios de alimentos a los responsables políticos de la entidad donde trabajo.

En primer lugar, es objetivo de los servicios sociales garantizar el acceso mediante el desarrollo de las gestiones oportunas para el ejercicio de sus derechos recogidos la cartera de servicios sociales de ámbito general. Esta, incluye un total de 179 recursos, 98 son garantizados y exigibles como derecho subjetivo. Algunos debemos prestarlas directamente desde los servicios sociales de atención primaria y otros mediante derivación o solicitud al organismo correspondiente. En definitiva, por el momento, la gestión de esas prestaciones es una de nuestras funciones.

En segundo, una vez gestionado el derecho a las prestaciones garantizadas o no, y en especial a la renta garantizada, cada unidad familiar recibe un ingreso económico mensual que puede variar entre un complemento de 60 €/mes, si hay otros ingresos, hasta 1316 €  para 6 o más miembros si solo reciben la RG. La renta garantizada es una prestación económica periódica para la cubertura de las necesidades básicas. Ya concedida, cada persona beneficiaria puede disponer del tiempo necesario para emprender las acciones oportunas que le ayuden a mejorar su situación en la medida de lo posible. Esta es una de las cuestiones a recoger en los programas personalizados y convenios de inclusión social. Para ello, además de las prestaciones económicas, cuentan con el apoyo del personal y recursos del servicio social de base para desarrollar el objetivo citado mediante el acompañamiento social. 

En este sentido, cabe destacar que cada profesional tiene una media de 115 citas mensuales (datos locales de mi servicio -Zona Allo-), con diversa casuística para atender. Así, nuestro tiempo debemos repartirlo entre los casos que demandan nuestra atención. Por contra, cada una de las personas atendidas dispone de más tiempo de cara a realizar las acciones que corresponda para mejorar su situación social. De esta manera, resulta necesario implementar acciones de activación, en el marco del programa de incorporación social, que ayuden a implicar a las interesadas en su proceso de mejora de la calidad de vida. 

Una vez dicho esto, además de las ayudas de emergencia, desde hace años se gestionan alimentos en especie, para proveer de este producto a familias que los necesitan. Son las profesionales del servicio quienes hacen la solicitud, organizan la recogida y transporte, el reparto por lotes y con la ayuda de entre 4 y 7 voluntarias se entregan los lotes. Suelen ser unos 400 kg por entrega para entre 12 y 41 familias según épocas. Algunos paquetes de comida no se recogen del punto de entrega situado en la localidad de residencia del demandante, hemos detectado productos entregados que terminan en la basura y reiterados comentarios sobre la insuficiencia de las cantidades entregadas y lo limitado de los productos, sobre todo la falta de productos de higiene.

Ante esta situación, nos planteamos cuestionar un sistema de reparto caritativo basado en el binomio demanda/recurso. En armonía con uno de los objetivos de la LF 15/06 deservicios sociales en el sentido de promover la autonomía personal nos marcamos dos objetivos genreales:

  1. Desarrollar la capacidad para tomar sus propias decisiones, con base en sus preferencias y desenvolverse en los distintos ámbitos sociales, económicos, laborales, políticos, culturales y educativos. 
  2. Implicación a las personas afectadas e interesadas en la solución de sus dificultades

Para ello, se acordó una fecha para un encuentro con las personas interesadas en conseguir alimentos. Las tres profesionales de la atención directa hicieron sendas listas de difusión mediante WhatsApp y cuando recibían esa demanda los invitaban a acudir a la citada sesión. La información del día del encuentro estimamos que llegó a unas 180 personas.

El día de la primera reunión acudieron 19 personas, algunas de ellas miembros de la misma familia. En ese encuentro, se explicó la importancia de su papel en la consecución de alimentos. Para ello, se iniciaron diferentes dinámicas con la idea de promover la creación de una asociación autogestionada por las personas interesadas. Se trabajaron distintas cuestiones a partir de preguntas abiertas como: ¿realmente qué necesitas?, ¿qué puedes hacer al respecto? y ¿cómo os podemos ayudar desde el servicio? Fue necesario centrar las expectativas respecto a lo que podemos ofrecerle desde nuestra institución. Por otra parte, recordamos las principales prestaciones, relacionadas con el tema: ayudas de emergencia y renta garantizada. Lo vinculamos con el derecho a la inclusión social que se recoge y desarrolla en la LF 15/2016  y el DF 26/2018  que regulan y desarrollan tanto el derecho a la Inclusión Social como a la Renta Garantizada en Navarra. En cada una de las sesiones, surgen desenlaces emergentes como demanda de talleres sobre economía familiar, sobre estudios de las facturas de energía y propuestas de otros recursos para conseguir alimentos. Todo ello se viene desarrollando y canalizando con un horizonte de dos años (2022-2024). Por el momento, son cuatro las personas interesadas en formar la asociación. En el primer reparto, del que se han encargado las interesadas, han sido 19 familias las beneficiarias.

Una de las inferencias que hacemos a partir de la diferencia entre el número de personas invitadas a la sesión informativa y las que acudieron es que las personas con necesidades complejas, es especial los casos de larga evolución en el servicio, están desactivadas. Esto es coherente con varios de los items que recoge la valoración de la exclusión social vinculados con la escasa o nula competencia para usar los recursos comunitarios, la falta de conocimiento de los recursos de participación social, baja motivación para comenzar un cambio (en el sentido de desempeños, no de discurso) junto a una limitada convivencia comunitaria que conduce a una vida social reducida en el número de relaciones, la baja disponibilidad de apoyos, limitado alcance del despliegue de las habilidades de interacción y comunicación y de hacer amistades. Por lo tanto, parece razonable plantearse como objetivo la activación de esas personas. Unido a ello, después de los diferentes encuentros, es necesario desarrollas conocimientos y habilidades para la activación. De esta manera, lo ligamos a una propuesta de cambio de actitud respecto a su situación, trabajar la motivación y el logro mediante el acuerdo de pequeños objetivos realistas y alcanzables. Aquellos, que la persona en un proceso de acompañamiento social pueda alcanzar por sí misma. La idea de desarrollo proximal de Vygotsky. 

En conclusión, tratamos de llevar al desempeño la activación, desarrollar acciones para implicar a las personas en su proceso de mejora desde una relación de ayuda. Al mismo tiempo, garantizamos el acceso a derechos, pero también tratamos de potenciar el compromiso de ellas en su desarrollo, en concreto para mejorar su calidad de vida en el sentido de poder conseguir alimentos. Todo ello mediante el acompañamiento social acordado con las interesadas. Como resultado, estamos tratando de activar a un sector de población que ahora se limita a demandar y esperar que otros lo gestionen y se lo entreguen. Esto último, convierte a los servicios sociales de atención primaria en gestores de la caridad y hay una prestación para garantizar la cobertura de las necesidades básicas, pero se puede aprovechar ese contexto para motivar al cambio. Desde aquí quiero felicitar su implicación a las personas interesadas y a los voluntarios que lo están haciendo posible.

 

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