Merecimiento, condicionalidad. ¿Seguimos siendo juez y parte?

El estado de la cuestión en servicios sociales está un tanto liado. Después de un año trabajando en un experimento social #ERSISI he vuelto "full time" a mi puesto de trabajo en la Mancomunidad de Servicios Sociales de la Zona de Allo.

La condicionalidad ha sido un vivo debate en el proyecto. La norma es clara al respecto y se aplica a las personas perceptoras de Renta Garantizada y los miembros de su unidad familiar. Unido a ello la cuestión del objeto, algo que en ERSISI estaba claro. En este sentido, no se tramitaban ayudas, se hacía intervención social y todo el mundo perceptor de RG y RAI tenía derecho (universalidad)  a participar y codiseñar un programa personalizado de inclusión social y laboral.

Volviendo al tema de esta entrada, regreso a la atención primaria. En la primera reunión de equipo surgen tres cuestiones fundamentales presentes en el debate actual de la intervención social:

  • Una entidad cultural solicita adecuación y limpieza en un término municipal camino natural y que antaño se dedicaba al ocio. El equipo comienza un debate sobre varias alternativas o instituciones que pudieran echar una mano. Lanzo una pregunta simple ¿cuál es el objeto de los servicios sociales? Al hilo de ella, la discusión deriva hacia el empleo social protegido.  La posibilidad de contratar personas que hagan ese trabajo. Reflexiono, en nuestra zona la limpieza de montes ¿es una salida laboral? y entre las personas participantes en nuestro programa de incorporación social ¿tenemos detectados perfiles que quieran enfocar su futuro laboral por esa línea?  Por aquello de la atención centrada en la persona. Tradicionalmente hemos intentado adaptar la persona a los itinerarios de inclusión social previamente diseñados. Es momento de probar otras maneras de hacer, por ejemplo explorar las expectativas de las personas y tratar de construir con ellas un itinerario desde ahí, desde sus intereses y capacidades buscando la motivación. La cuestión tratada en este punto, ha sido el objeto de los servicios sociales y la innovación.

  • Propuesta de concesión de ayudas de emergencia social ¿a una persona que es una huevazos? (individuo que, según la opinión profesional, no hace lo suficiente para optar a esta ayuda). Se pretende discutir sobre si damos dinero para cubrir una necesidad básica, en concreto comprar alimentos. Huyendo de ejemplos sanitarios, expongo el siguiente caso: “Persona que ha tenido una vida, digamos, un tanto licenciosa. Alguien que ha dedicado su patrimonio y bienes económicos a gastos éticamente discutibles. Atendido por su madre hasta su último suspiro … “  podíamos seguir describiendo una vida errática. Cuando sufrió un ictus y por las secuelas se convirtió en una persona dependiente ¿alguien se planteó no hacer la valoración de la dependencia? Todas lo entendimos como un derecho subjetivo y nadie lo cuestionó, ni siquiera se discuten estas cuestiones, le corresponde y punto. Sin embargo en otros casos, entramos en el resbaladizo mundo del merecimiento. Nos convertimos en juezas a partir de una opinión profesional, en este caso restrictiva de derechos.

  • Por último, en una gestión de Renta Garantizada cuya norma reguladora (Ley Foral 15/2016) que en su artículo 18.c señala que todas las personas perceptoras en edad laboral deberán mantenerse disponibles para las ofertas de empleo adecuado, aceptándolas cuando se produzcan. En el caso en cuestión la persona ha traído varios informes médicos donde se indica que no está disponible para el empleo por temas de salud, aunque por la redacción puede caber interpretación en las palabras que usa la facultativa y, como todos los días sale a pasear, se concluye que puede trabajar y se apela a la condicionalidad de la prestación, advirtiéndole que deberá cumplir este precepto. Se olvida la segunda parte del citado artículo que incluye la salvedad para quienes “... no se encuentren en situación de incorporarse al mercado laboral, ni a un empleo protegido". Se mezcla en este, caso condicionalidad y merecimiento.
En definitiva, son debates abiertos que están sobre la mesa y han de abordarse en busca del espacio de trabajo que corresponde a la intervención social y específicamente a los Servicios Sociales. Quedamos con el encargo de reflexionar sobre el objeto de los servicios sociales. Una cuestión que llevará tiempo, pero sobre la que hay normativa que puede ayudar y abundante literatura. Buscaremos una, o varias salidas.



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